ifAUDIO Custom XXII «Onken»
Los Custom XXII son unos bafles a medida construidos con el proceso inverso al que ifAUDIO suele manejar: en lugar de ser diseñados en base a la sala y a los gustos del cliente, se partió de sus componentes: unos woofer, corneta y driver Onken de la más alta calidad y muy raros de encontrar, que nuestro cliente audiófilo consiguió en Tokyo.
A partir de estos componentes y de las mediciones que se les hicieron, los ingenieros de ifAUDIO diseñaron unas cajas de una presencialidad rotunda, una mezcla de rectas y curvas pensadas para la óptima transmisión del sonido desde el woofer y para encastrar de una manera determinada las hermosas cornetas de madera y su driver trasero. El ángulo de las patas también está orientado a crear una escena sonora óptima. Y muchos detalles más de diseño cuidadosamente planificados para sacarle el máximo partido a estos increíbles componentes.
Pero lo cierto es que cuando llegó la hora de la escucha, algunos supuestos de base se vinieron abajo, como que el setup partiría de un amplificador valvular. La cruda realidad es que no sonaban todo lo bien que se podía esperar con el amplificador valvular. Tampoco con los híbridos y transistorizados que se probaron inicialmente. Es como si, después de todo el proceso de diseño e ingeniería, los mismos bafles estuviesen haciendo ahora un casting a cada equipo con el que se los iba maridando: amplificador, pre, streamers, reproductores… uno tras otro, fallaban. Hasta que se llegó por eliminación a un setup High End con equipos Krell y Mytek, y lo que sucedió entonces fue magia. Absolutamente, magia.
Uno puede racionalizar prácticamente cualquier resultado desde la técnica, desde el conocimiento y la experiencia. Pero lo cierto es que en este caso, cuando se alinearon el diseño, los componentes y el setup, lo que pasó no se puede explicar más que desde la emoción. Los clientes y amigos de ifAUDIO que fueron convocados a la sala de escucha salían totalmente emocionados. Y no se hablaba de la escena estéreo o de la tridimensionalidad del sonido o de cualquier otra expresión en ese lenguaje, siempre pobre, con el que los audiófilos tratan de explicar las virtudes de un equipo de música de alta fidelidad. No, lo que se comentaba en esas sesiones de escucha eran cosas como: «Dios mío, esa cosa densa que estoy escuchando, ¿es el sonido del silencio en la sala de grabación?» (se refería al estudio del mítico sello Three Blind Mice: se escuchaba literalmente el silencio entre las notas iniciales del piano de Tsuyoshi Yamamoto en Misty). O: «No lo puedo creer, cierro los ojos y estoy en el Village Vanguard en 1961 escuchando a Bill Evans. Oigo un sonido de cristal y me dan ganas de darme vuelta y pedirle un whisky al camarero». O (una de nuestras favoritas, de una música): «Esa nota en el piano me está trayendo algo físico, es como lo que sentí la primera vez que apreté una tecla».
ifAUDIO ha hecho bastantes bafles a medida, y podemos decir sin modestia que algunos los consideramos hitos de la ingeniería de audio en Argentina. Los Custom Onken van más allá de eso. Más allá de la capacidad de cualquier ingeniero, o de una intención de diseño. Y es que a veces, sin que nadie, ni nosotros, sepa por qué, sucede la magia.
